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Hermandad de

La EXALTACIÓN

PURÍSIMA CONCEPCIÓN

La Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María es un dogma de fe de la Iglesia Católica que revela que, realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios. 

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DOGMA DE FE

Fue proclamado por el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 en su bula Ineffabilis Deus, como verdad dogmática recibida por antigua tradición. 

Aunque no fue dogma hasta el siglo XIX, la devoción al misterio de la Inmaculada Concepción estaba largamente extendida en la piedad popular desde siglos atrás. España, y muy especialmente Sevilla, jugaron un papel fundamental en la defensa y voto a este misterio ya en el siglo XV.

También está en la capital hispalense el origen de la iconografía concepcionista; insignes maestros como Martínez Montañés y Bartolomé Esteban Murillo se inspiraron en el apocalipsis de San Juan para crear sus primeros símbolos iconográficos: “un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”.

«Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles.»

(Dogma proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus).

 

“Nadie que esté medianamente versado en el dogma católico ignora que el primer grito que se oyó en la Iglesia para pedir la definición dogmática del misterio de la Concepción Purísima de María salió de España y partió de Sevilla”

(Carta pastoral de Monseñor Marcelo Spínola y Maestre tras tomar posesión como Arzobispo de Sevilla en 1896)

ORIGEN SACRAMENTAL

El Culto a la Inmaculada Concepción en nuestra Hermandad tiene un claro origen sacramental. La Hermandad penitencial de la Exaltación no tuvo entre sus Titulares a la Purísima Concepción hasta la fusión con la Hermandad Sacramental de Santa Catalina en 1964. 

Sin embargo la corporación penitencial participaba de manera evidente del sentir y la devoción popular sevillana hacia la Pureza de la Santísima Madre de Dios. Tanto es así que ya desde 1613 decide celebrar anualmente una Función Solemne en la que realizar voto y público juramento a la Inmaculada Concepción de la Virgen Purísima, acordándose igualmente no admitir como hermano a individuo alguno sin que antes prestara este voto y juramento. 

Así sigue siendo en nuestros días. Cada 8 de diciembre nuestra Hermandad Sacramental celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora con una Solemne Función en su honor, y en cada Función Principal de Instituto renovamos nuestro voto y juramento a este bello misterio. 

IMÁGENES DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

La importancia de la Inmaculada Concepción para la Hermandad Sacramental de la Exaltación se hace evidente de forma material en las tres preciosas Imágenes que nuestra corporación posee:

En 1756 el insigne artista Benito de Hita y del Castillo ejecuta una preciosa Imagen de la Inmaculada Concepción de movidas líneas tardobarrocas para presidir el retablo mayor de la Capilla del Sagrario de Santa Catalina.  

La segunda Imagen de la Inmaculada Concepción está fechada en el siglo XVIII y atribuida al imaginero Alonso Cano. Esta preciosa talla se encontraba históricamente expuesta a la veneración de los fieles en la Capilla de la Hermandad en Santa Catalina. Actualmente está situada en un lateral del Altar Mayor del templo. 

Por último, atribuida a la gubia de Pedro Duque Cornejo, la tercera Imagen de la Inmaculada Concepción que posee nuestra Hermandad y que presidía la Sala de Cabildos de la Sacramental de Santa Catalina. Desde 1956 se encuentra cedida a la Parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios de Sevilla.