NUEVO CURSO, NUEVAS ILUSIONES.

Comenzamos un nuevo curso en la dilatada historia de nuestra Hermandad con nuevos proyectos, nuevas ilusiones y fuerzas renovadas. Y lo hacemos de la mejor manera: poniéndonos a los pies del Santísimo Cristo de la Exaltación el día de su festividad litúrgica, para recordarnos que solo en Él tenemos que poner nuestra mirada, que solo Él nos marcará el camino para nuestro peregrinar y que solo Él nos ayudará a cumplir su Palabra y ser testigos de esperanza.

Un curso en el que conoceremos las conclusiones del Sínodo, celebraremos el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular y viviremos el Gran Jubileo del 2.025, acontecimientos que nos servirán para seguir avanzando como parte viva de nuestra Iglesia de Sevilla; trabajando para conseguir ser una casa con las puertas abiertas para que todos tengan cabida, una casa en salida para que podamos llegar a nuestros hermanos necesitados y que seamos conscientes que un simple gesto, un simple saludo, puede servir de mucho en el hospital de misericordia que es la Iglesia.

Continuamos haciendo camino con nuestras Obras Asistenciales, fomentando nuestra colaboración con ATMOS con el que iniciaremos un programa de voluntariado en el que contamos con el impulso de nuestra Juventud, se realizará una nueva donación de sangre y médula ósea el viernes día 20 en nuestra sede, y seguiremos rezando junto a los que lo necesitan a la Stma. Virgen de las Lágrimas, su Madre y Patrona.

Agradeceros, un año más, vuestra generosidad en el donativo para material escolar al Colegio regentado por las Hermanas de la Cruz.

Seguiremos compartiendo momentos con nuestros Niños de San Juan de Dios y colaborando con el Economato Casco Antiguo, del que fuimos fundadores. Es nuestro Programa Cinco Lágrimas en el que continuamos con nuestro trabajo y desarrollo.

Seguiremos con el Itinerario de Formación para dar razón y testimonio de nuestra fe, con nuestros Cultos y con nuestras Misas de Hermandad los jueves donde compartiremos el Pan y la Palabra del Exaltado, siendo conscientes de los que nos dice nuestro Arzobispo en el Plan Pastoral de este curso “ somos una realidad muy importante en la vida de la Iglesia y en la transmisión de la fe “.

Este es el momento que nos toca vivir, por el que trabajaremos y por el que os pido vuestra colaboración: mientras más manos alcen la Cruz, más visible será y llegará más lejos.


Que el Santísimo Cristo de la Exaltación nos guíe y nos ayude en nuestro caminar bajo la mirada maternal de la Santísima Virgen de las Lágrimas.

José García Rufo.
Hermano Mayor.
Septiembre 2.024.