La Virgen con San Juan (1941)

(artículo publicado en el boletín Exaltación nº 83, junio 2010)

El discípulo amado acompaña a la Madre de las Lágrimas bajo su palio en el doloroso trance de la Exaltación de su Hijo. A lo largo de la extensa historia de nuestra hermandad no se trata ésta de una estampa atípica, pues era lo habitual hasta el siglo XX. Sólo en dos ocasiones (1800 y 1904) la Sacra Conversación se completó con la inclusión de María Magdalena. Sin embargo, con la llegada del siglo XX, la Virgen quedó en solitario en el paso.

Sólo una vez más San Juan vuelve a procesionar a su lado, como atestigua la fotografía. Es 10 de Abril de 1941, Jueves Santo. La Santísima Virgen de las Lágrimas, bajo la gloria de su techo de palio, es acompañada por el discípulo amado por última vez. Hasta nuestros días, el más joven de los discípulos, que la acompaña cada día del año a los pies de la Cruz, sólo la abandona cuando la Señora sube a su paso de palio para llorar en soledad cada Jueves Santo.

Como curiosidad, en esta fotografía se puede apreciar el soporte original en terciopelo azul marino del manto antes de su pasado a tisú gris entre 1963 y 1966 en el convento de Santa Isabel.