La fotografía más antigua del paso de palio (1902)

(artículo publicado en el boletín Exaltación nº 99, octubre 2017)

En el Boletín de las cofradías se ha publicado una fotografía de 1902 que nos muestra a Nuestra Señora de las Lágrimas bajo palio de plata. Se trata sin duda de una imagen extraordinaria que atestigua el proceso paulatino de cambio del paso de palio. Si afinamos la vista podemos comprobar que el techo de palio sí corresponde con la obra de Rodríguez Ojeda que aún hoy cobija a la Señora. Sin embargo, las bambalinas, aún sin terminar, se estrenaron un año después, en la Semana Santa de 1903. Prestemos especial atención a ese palio de plata…

Como extensión a la imagen publicada este mes en el Boletín de las cofradías, este martes traemos otra excepcional fotografía de la Santísima Virgen de las Lágrimas. Se trata de una de las imágenes más antiguas conocidas de la Señora, fechada en la primera década del siglo XX, entre 1903 (estreno del palio de Rodríguez Ojeda) y 1912 (cuando comienza a procesionar la imagen donada por José Castro y Mendoza). La Virgen de las Lágrimas acaba de cruzar el dintel de Santa Catalina. Antes de su restauración (1923-1932) la iglesia estaba embutida por varias edificaciones, y la única fachada libre era la que se abre hacia la actual plaza de los Terceros, cuya puerta de salida quedaba rematada por una portada neoclásica que desapareció tras la citada restauración.

Gran parte de la riqueza de esta magnífica fotografía se debe a la cantidad de detalles que podemos apreciar en una imagen de esta antigüedad. ¿Nos suenan esos respiraderos? Efectivamente son los usados como bambalinas en 1902 al estar inacabadas las bordadas por el taller de Rodríguez Ojeda. La Señora viste saya negra, no documentada pero atribuida al mismo taller, y que aún conserva en soporte azul marino y enriquecida en bordados. Luce la antigua corona, anterior a la actual de Seco Imberg (1938), y manto bordado, posiblemente el anterior manto del taller de Teresa del Castillo estrenado en 1874. Otros detalles en los que detenernos son el grosor y la altura de la cera, el atavío de la Señora típico de la época, o el exorno floral en jarras.