El paso de misterio por Almirante Apodaca

(artículo publicado en el boletín Exaltación nº 96, febrero 2016)


Inusual fotografía del paso de Cristo, por cuanto está tomada en la calle Almirante Apodaca, en el itinerario de ida de nuestra cofradía hacia la Santa Iglesia Catedral y en dirección a la calle Imagen. Eran otros tiempos y en aquella Sevilla de comienzos del siglo XX se mezclaban las antiguas casas de vecinos, con los grandes edificios, tales como casas-palacio o el que contemplamos a la derecha de la imagen, que albergaba la sede de los antiguos  juzgados.  Justo detrás del paso vemos las viejas casas del inicio de la calle Alhóndiga, cubiertas por tejas, y elevándose sobre ellas la inconfundible torre de la Iglesia de Santa Catalina. Estas casas años más tarde serían derribadas, entre ellas una que poseía nuestra hermandad, que estaba adosada a la Iglesia y que fue vendida al Ayuntamiento en 1929.El fin último de este derribo de casas y posterior ensanche de la vía pública acometido por el Consistorio, era crear una amplia avenida que uniera la Ronda con la Plaza de la Encarnación.

  
Hasta llegar a la fecha de ese ensanche las cofradías de la zona se adentraban al centro por dos posibles accesos: bien bajaban por la calle Gerona, bien rodeaban Santa Catalina y lo hacían por Almirante Apodaca, tal y como muestra la imagen. La iglesia de Santa Catalina, por decirlo de alguna manera, hasta ese momento estaba embutida con casas adosadas desde la Plaza Ponce de León hasta la calle Alhóndiga y la única fachada del templo que estaba visible era la correspondiente al muro del evangelio, que se abre hacia la actual calle Capataz Manuel Santiago.


Los nazarenos visten las elegantes túnicas de alpaca morada. Alrededor del paso se concentra multitud de personas: hombre, mujeres y niños del por aquel entonces muy poblado barrio de Santa Catalina; poblado debido en gran parte a la cantidad de casas de vecinos existentes. Algunos de esos vecinos observan el paso de la cofradía desde la posición privilegiada que les brindan los balcones. Los hombres se cubren la cabeza con sombrero de ala ancha. Por la calle Almirante Apocada y entre adoquines se aprecian los raíles del tranvía.

El paso está parado, como diría el capataz “los cuatro zancos en el suelo” (aunque en este caso serían seis). La fotografía parece que está tomada desde un balcón y desde esta magnífica perspectiva contemplamos la imagen del Santísimo Cristo de la Exaltación que se eleva, majestuoso, sobre el resto de las figuras del antiguo misterio. Bajo las imágenes destaca la magnífica canastilla, extraordinaria obra de madera tallada y oro, realizada en 1902 en los talleres de José Gil y Cía. de estilo barroco. Los faldones están levantados, así que no sabemos si debajo de ellos se esconden los respiraderos, obra ésta que fue estrenada en 1911 y ejecutada en el mismo taller de José Gil y Cía. Este pequeño detalle nos hubiera permitido fechar el año en que fue tomada la instantánea.

Agradecimiento

Sirvan estas pequeñas palabras como muestra de sincero agradecimiento a nuestro hermano Manuel Durán Siles, quién ha cedido la fotografía a la Hermandad para su catalogación y archivo. Manuel es hermano antiguo de esta Corporación, fue vecino de la calle San Felipe y es muy devoto de nuestras Sagradas Imágenes Titulares.

Francisco José Marcos Sánchez

Bibliografía:

Libros de Actas Hdad. Sacramental de la Exaltación.