Capataz Antonio Villanueva (años 30)

(artículo publicado en el boletín Exaltación nº 91, febrero 2013)

Volvemos a traer a este apartado del boletín “Exaltación” una nueva fotografía en blanco y negro del paso de misterio de nuestro Santísimo Cristo de la Exaltación, que fue tomada hace aproximadamente 75 años.

En esta instantánea vemos justo delante de los respiraderos del paso al capataz Antonio Villanueva Carrasco, acompañado a ambos lados por dos de sus auxiliares. Antonio Villanueva, tío de los actuales capataces Manolo y Carlos Villanueva, fue el primer capataz de la saga.

Al llegar esta imagen a mi poder, rápidamente me puse en contacto con Carlos Villanueva para pedirle me ilustrara sobre la figura de su tío. Todo han sido facilidades por parte de Carlos. Según él me cuenta, su tío Antonio Villanueva trabajó con Antonio Francés las cofradías. El más joven que aparece en la fotografía junto a él pudiera tratarse del hijo de Antonio Francés. Antonio Francés fue un conocido capataz de la época que trabajó, entre otras, en las hermandades de San Roque, El Museo, San Benito, Buen Fin y La Macarena. Vivió en la calle Galera (Barrio del Arenal).

La instantánea debe corresponder a finales de los años 30 o principio de los 40 del pasado siglo, ya que Antonio Villanueva falleció en 1942.

Referencias históricas

Traigo a este artículo dos menciones que, sobre el capataz Antonio  Francés, aparecen en los libros de actas de nuestra hermandad de los años 1929 y 1930 respectivamente. En ellos ya aparece como capataz titular de la cofradía y consta que percibe por ese concepto la cantidad de 100 ptas. y también por 66 costaleros, a razón de 11 ptas. cada uno, 726 ptas.

Igualmente en el libro de actas correspondiente al año 1901 y dentro del inventario de la hermandad, se relacionan 4 trajes que la cofradía cedía para los capataces. Como podemos comprobar la figura de los capataces y costaleros dentro de las cofradías ha ido evolucionando notablemente hasta llegar a nuestros días.

El misterio de la Exaltación

El paso está arriado pero la toma de la imagen no nos permite adivinar en qué calle del recorrido penitencial se encuentra la cofradía. Los respiraderos son los actuales (realizados en 1930 por el tallista José García Roldán en estilo barroco). Podemos descubrir a simple vista, cómo los ángeles pasionarios de Luisa Roldán “La Roldana”, no están dispuestos en las esquinas de  la canastilla y así contemplamos sin dificultad los cuatro escudos que, en forma de medallón, adornan esta parte del paso. Decir a este respecto, que hasta bien entrado los años cuarenta el uso de los ángeles pasionarios, se limitaba al adorno del altar de nuestra capilla en la Iglesia de Santa Catalina.

Vemos que la distribución de las figuras que componen el misterio es la antigua, con una aglomeración en la parte delantera del paso que impedía contemplar en su totalidad a nuestro Cristo Exaltado. Estas figuras eran: en primera fila un romano tocando una tuba y un sayón leyendo la sentencia, ambos vestidos con telas encoladas. A sus espaldas otros dos sayones, con cuerdas en las manos, tirando de la Cruz del Santísimo Cristo de la Exaltación. El replanteamiento de las figuras del paso, realizado en 1960 por Ricardo Comas, resolvió de manera acertada y definitiva esta situación.

El llamador del paso, de un gran valor artístico, representa a una sirena y fue sustituido en 1971, por el que diseñara Ricardo Comas y fuera labrado en los talleres de Villarreal. Aquel llamador lo conserva la hermandad y se usa en el “pasito” que traslada a Nuestra Señora de las Lágrimas desde la Iglesia de San Román al Templo de los Terceros en fechas cuaresmales.

También aparece justo delante del llamador una barra dorada. El origen de esta singular pieza, que aún conserva nuestra hermandad,  no es otro que servir de apoyo al capataz en el momento de tocar el llamador, evitando de esta manera dañar el dorado de los respiraderos.

Si observamos la fotografía con detalle, podemos ver que las velas de los candelabros son bastante altas. El exorno floral lo forman por una parte, los adornos que están dispuestos en las jarras (nada que ver con las, ahora tan de moda, bolas de claveles) y abundantes claveles detrás de la crestería delantera de la canastilla.

Agradecimientos

En esta ocasión debo mostrar mi más profundo agradecimiento hacia Carlos Villanueva por su colaboración en este artículo.

Francisco José Marcos Sánchez.

Bibliografía:

Archivo de la Hermandad Sacramental de la Exaltación.

Fotografía Antonio Villanueva Carrasco: Libro “Venga de frente”  pág 178. Autor Juan Mª Gallardo, ABEC Editores.