Del Hermano Mayor. Vía+Crucis.

Carta que nuestro Hermano Mayor dirige a todos los hermanos y fieles devotos de esta Archicofradía con motivo del Piadoso Vía Crucis del Stmo. Cristo de la Exaltación por las calles de nuestra feligresía.


El camino que nos lleva a la Cruz. No es fácil ese itinerario. Hay toda una Pasión que recorrer, momentos de dificultades, de
adversidades, de dolor físico, espiritual. Todos hemos pasado por ello. También Cristo lo sufrió, como nos dice San Pablo en su Carta a los Filipenses; “ se despojó de su condición divina, pasando como uno de tantos, actuando como un hombre cualquiera “. Por ello en este viernes de Vía Crucis nuestro Cristo Exaltado sale a nuestro encuentro como lo hizo con la samaritana o con el ciego de nacimiento para darnos su misericordia y su luz, porque la muerte no es el final del camino, la Cruz nos lleva a la Gloria.

Este año coincidiendo con las celebraciones jubilares por el setecientos setenta y cinco aniversario de nuestra Parroquia de San
Román y Santa Catalina, como gesto de Iglesia en salida, llegaremos por primera vez hasta el Santuario de nuestra querida Hermandad de Los Gitanos, lo que también implica que transitaremos por calles de la feligresía en las que habitualmente no lo hacemos, donde tenemos que dar testimonio de nuestra fe como lo venimos haciendo año tras año en este piadoso ejercicio del Via Crucis. Que ello nos sirva para no encorsetarnos, para que salgamos de nuestra zona de confort, para ir a nuevos lugares, el Señor llegará con su mirada a muchas personas,y sólo El sabrá los corazones que se ese día abrirá a su Palabra.

Y volveremos en nuestro camino hacía la Cruz a rezar en nuestro Templo parroquial de San Román, como comunidad más antigua de su feligresía nos sentiremos “ Pueblo de Dios que quiere seguir creciendo en comunión, corresponsabilidad y sinodalidad “ como nos recuerda nuestro Arzobispo en su Plan Pastoral; dentro de nuestro carisma y de nuestra misión encomendada hace ya más de cuatro siglos.

En todo camino hay una mano amiga que te ayuda, que te da palabras de aliento, que comparte contigo la Cruz de cada día, que te abre las puertas de su casa, por eso la Iglesia de Los Terceros es nuestra Betania particular, donde encontramos la Humildad que nos enseña el Maestro para que tomemos nuestra Cruz y le sigamos.

Y en nuestro regreso a Santa Catalina nos espera nuestra Madre, una Madre que siempre está ahí, con los brazos abiertos, que siempre está cuando la necesitamos, que tiene la entereza de acompañarnos en nuestros momentos difíciles y que siempre nos da su pañuelo para que sequemos nuestras Lágrimas en esos días de oscuridad del alma en el que volvemos nuestros ojos a los suyos pidiendo su protección y amparo, y es fiel testimonio de que todo camino de la Cruz conduce a una Gloriosa Resurrección.

José García Rufo.
Hermano Mayor.