Queridos hermanos, pronto nacerá la Luz del mundo. Los cristianos celebramos el nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, que vino al mundo para salvarnos del pecado y de la muerte y nos enseñó el camino a través de la fe y la esperanza.
La Navidad es una época del año en la que la familia se reúne para celebrar y compartir momentos especiales.
Es el momento para mostrar amor y unión entre los miembros de la familia y también para recordar a nuestros seres queridos que ya gozan en la casa de Dios Padre de su eterna presencia.
En estos días haremos desplazamientos por carretera, tren o avión para encontrarnos con nuestros seres queridos. ¡Cuánto se valora en la distancia el amor incondicional a nuestros hijos, padres, hermanos, abuelos o nietos! Son días de alegría y nostalgia, días de hacer exámenes de conciencia y utilizar la palabra curativa del perdón, acto de amor y misericordia hacia los demás. El perdón y el amor son la simbiosis perfecta para cualquier cristiano.
Hermanos, abrazad y besad a vuestros seres queridos, amigos y familiares en estos días de gozo, pues ha nacido el Hijo de Dios, exaltado en Santa Catalina, para enseñarnos el camino de la verdad con su mirada misericordiosa, junto a su bendita Madre, Nuestra Señora de las Lágrimas, que llora de alegría porque ha nacido su Hijo, el Salvador del mundo.
Feliz Navidad.

